Había una vez, una chica llamada Jazmín, cuya belleza atraía a todos los muchachos que la conocían. A pesar de eso, Jazmín, se sentía muy sola, desde el primer encuentro con sus pretendientes, les encontraba defectos. Entonces, pensaba que su amor decaía, y soñaba con su pareja perfecta. Un día escucho hablar de un sabio, entonces esa misma noche acudió a hablarlo.
Jazmín le dijo al sabio, quizás usted me pondrá en el camino de ese hombre perfecto con el que sueño.
-¿Qué me diría usted? Sin dudas una persona como usted debe a ver encontrado a la pareja perfecta.
El Anciano con una mirada brillosa la miro a Jazmín y le dijo:
-Toda mi juventud busque a mi pareja perfecta, encontré una mujer bella e inteligente, pero era inconstante y egoísta. Después conocí una que tenía un alma buena y generosa, pero no teníamos aficiones en común, y así una tras otra. Pasaron los años hasta que un día ‘La vi resplandeciente y bella ‘y dije ‘Allí estaba la mujer que había buscado toda mi vida ‘.
-¿Y qué paso? ¿Te casaste con ella? Dijo Jazmín con entusiasmó.
- Al final, no pudo llevarse a cabo nada.
-¿Por qué? ¿Cómo que no?
-Por que al parecer… ella buscaba la pareja perfecta.
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